Algunas consideraciones acerca del Aprendizaje
Existen muchas teorías del aprendizaje, no obstante, nos referiremos ahora a dos de los teóricos vigentes que explican cómo se aprende, Piaget[i]-[ii] y Vygotsky[iii]. El primero afirma que el desarrollo de las estructuras mentales es fundamental para la génesis del aprendizaje, el cual ocurre cuando se establece el conflicto cognoscitivo en el sujeto como producto de la interacción entre las nuevas experiencias y los conocimientos previos e ideas existentes en su estructura cognitiva; lo aprendido se transferirá a nuevas situaciones.
En este aprendizaje, desde la visión de Piaget, se dan dos movimientos
sincrónicos e integrados: la asimilación y la acomodación respectivamente,
efectuándose a lo largo de toda la vida con un nivel creciente y gradual de
perfeccionamiento. Visto así, el aprendizaje es un proceso relativista porque
el individuo desarrolla nuevos esquemas que lo llevan a modificar continuamente
su espacio vital.
Vygotsky por su parte, da más énfasis a lo social al considerar que la
sociedad es el factor determinante del comportamiento humano y que todos los
procesos superiores de este comportamiento tienen un carácter mediacional,
porque el sujeto aprende a utilizar todos los estímulos, tanto del medio
externo como del interno, para la construcción de su propio desarrollo y este
aprendizaje lo adquiere a través de su interacción social.
Un concepto fundamental en la teoría de Vygotsky e importante para el proceso
enseñanza aprendizaje es el de zona de desarrollo próximo, expresado en la
distancia entre lo que el individuo es capaz de hacer sin ayuda (nivel real) y
aquél punto en que necesita ayuda para realizar alguna actividad (nivel
potencial).
Evidentemente, las teorías de Piaget y Vygotsky aunque parecieran llevar
caminos opuestos se complementan; por cuanto, en la formación se dan dos
procesos en relación dialéctica, uno interno del sujeto y otro externo, lo
individual y lo social en interacción. En consonancia con esto, la enseñanza
aprendizaje debe prever actividades significativas, variadas y soportadas en la
experiencia, que generen el conflicto cognoscitivo al estudiante, permitiendo
el avance gradual, desde lo que conoce hacia lo nuevo, interactuando con sí
mismo y con otros.
Aprendizaje: movimiento continuo, gradual y ascendente producto de la interacción con un contexto dado (interno/externo) posibilitando un salto cualitativo cada vez mayor en la estructura cognitiva del aprendiz *
En esta perspectiva, la formación está dirigida a que cada estudiante se
desarrolle a sí mismo desde su particularidad y por la interacción que pueda
darse con el contenido y con los mediadores, una ocasión de aprender con otros
que debe promoverse, sean los docentes o los pares.
Veamos lo que opinan en este sentido otros autores.
Petrizzo-Páez y Ochoa[iv]
afirman que el aprendizaje solo puede verse como colaborativo, cooperativo y
crítico. Colaborativo, porque es un bien colectivo, enriquecido por el logro de
cada quién y si se relacionan en un trabajo conjunto para mayor comprensión es
cooperativo; la criticidad la da justamente la posibilidad de contrastar
percepciones y posiciones para obtener una nueva visión de las situaciones u
objetos aprendidos, lo que hará más propicio la universalización del
conocimiento.
Por su parte, Luque[v]
indica, que una condición fundamental en este aprendizaje colaborativo viene
dada por la alteridad y la socioconstrucción, una interpretación compartida que
amplía y nutre la propia. Posición que ratifica la de Bruner[vi],
el cual expresaba, que si el estudiante negocia y comparte con otros su
conocimiento llegará a ser participante de la comunidad creadora de cultura.
Cuando se interactúa con los conocimientos, se hace una reflexión crítica
desde el marco conceptual propio para generar un aprendizaje, pero estos
conocimientos encierran un componente social por cuanto han sido construidos
por un colectivo, comportan una negociación e interacción de muchas
individualidades, antes y después de interactuar con ellos para crear o
re-crearlos. De allí la importancia de saber sustentar y razonar lo aprendido
ante ese colectivo.
En resumen, se aprende al construir y re-construir el conocimiento, reflexionando
sobre el mismo; esto involucra un pensamiento activo, la motivación e interés
en lo que hace y una actuación responsablemente autónoma.
[i] PIAGET,
J. (1973). Psicología de la inteligencia. Argentina: Psique.
[ii] PIAGET,
J. (1980). Psicología y pedagogía. España: Ariel.
[iv] PETRIZZO-PAÉZ y OCHOA (2006). Redes cognitivas
y Redes de Aprendizaje, hacia la construcción de conocimiento crítico en red.
III Congreso Online-Observatorio para la CiberSociedad.
[v] LUQUE, M. (2004). Dinámica del Aprendizaje y
de la Mediación en Aulas Virtuales. Una Visión desde la Perspectiva de la
Formación Humana.
[vi] BRUNER, J. (1989). Acción, Pensamiento y
Lenguaje. Capítulo 10. Alianza: Madrid. Traducción de Tomás del Amo Martín.
* Imagen en Pixabay, adaptada