Pensamiento elástico en el aula: Estrategias prácticas desde la neuroeducación
En
un mundo cambiante y lleno de incertidumbre, desarrollar el pensamiento
elástico es clave para ser capaces de adaptarnos e innovar en la resolución de
problemas desde nuevas perspectivas.
Por
ello, en esta entrada, exploramos cómo la neurociencia y la educación convergen
para fortalecer esta capacidad mental tan necesaria hoy día, a través de
estrategias y actividades prácticas concretas, que posibilitan potenciarlo en
el aula.
¿Qué es el pensamiento elástico?
El
pensamiento elástico es la capacidad que tenemos para adaptar nuestras ideas y
estrategias frente a situaciones nuevas o inesperadas. Un tipo de pensamiento
flexible que permite cuestionar supuestos, replantear ideas y cambiar de
perspectiva con agilidad cognitiva.
Lee La
plasticidad del cerebro y el pensamiento elástico ¿Ahora qué?
Ello implica, creatividad, apertura al cambio y flexibilidad mental, superando estructuras rígidas de pensamiento. Según la neurociencia, se activa en áreas cerebrales relacionadas con la introspección, imaginación, creatividad e innovación.
De
acuerdo al neurocientífico Leonard Mlodinow, autor del libro Elastic:
Flexible Thinking in a Time of Change, este tipo de pensamiento activa
redes cerebrales diferentes a las del pensamiento lógico racional, como la red
por defecto, para la generación de ideas nuevas innovadoras.
Una
enseñanza que estimula el pensamiento en todas sus formas es aquella que valora
la pregunta, celebra la diversidad de ideas, permite el error y desafía al
estudiante a ir más allá de lo evidente.
Podemos
decir también que, el pensamiento elástico funciona como un conector mental que
nos permite movernos con presteza entre diferentes formas de pensar y se nutren
entre todos, según el contexto. Lo refiero en este enlace.
Estrategias con actividades sencillas para aplicar en tu clase
1. Cambia las rutinas cognitivas
Actividad
sugerida: Rediseña una lección o la clase.
· Solicita a los estudiantes que propongan nuevas formas de aprender el contenido semanal: creando un cómic, podcast TikTok, caminatas didácticas, entre otras.·
· Luego,
invítalos a reflexionar sobre cómo se sintieron fuera de la rutina.
¿Por qué funciona? Alterar rutinas promueve la
neuroplasticidad y estimula la atención ejecutiva, dado que se activa la red
por defecto e incentiva nuevas conexiones sinápticas.
2. Fomenta el pensamiento lateral
Actividad
sugerida: Desafíos sin solución única
• Usa
problemas abiertos, acertijos o enigmas con respuestas poco convencionales, como:
¿Cómo podríamos enseñar matemáticas sin números? O, ¿Y si quitamos una regla
matemática? ¿Qué pasa?
•
Luego
realiza un torbellino de ideas donde se compartan las soluciones más originales
y se analicen.
¿Por qué funciona? Este tipo de retos requiere cambiar de
enfoque mental, exige dejar de lado la lógica tradicional, lo que activa algunas
áreas cerebrales y estimula conexiones no convencionales.
3. Reestructuración cognitiva
Actividad sugerida: Búsqueda de soluciones no usuales
· Invita a los estudiantes a diseñar una
solución sin usar lo habitual o, replantear creencias o conceptos: ¿La
inteligencia artificial debería tomar decisiones médicas? ¿Es justo pagar más
por contaminar menos? ¿Y si en vez del descubrimiento de América hubiera sido el
descubrimiento de España?
• Debate grupal: ¿Cómo verían este problema diferentes
personas (ej. un estudiante, un científico o un artista)?
¿Por qué funciona? La reestructuración crea nuevas
conexiones y mejora la tolerancia a lo no usual e incluso a la ambigüedad.
4. Usa juegos de rol, gamificaciones y
simulaciones
Actividad sugerida: Perspectivas cruzadas
· Proporciona un conflicto real
· Divide a la clase en equipos, asigna
roles contradictorios de acuerdo al conflicto (ej. activista ambiental vs.
empresario petrolero) y haz que negocien desde su rol.
· Finaliza con una reflexión: ¿cambió tu
opinión al ver desde otra perspectiva?, seguida de un debate.
¿Por qué funciona? Aprender en escenarios simulados son
altamente efectivos, ayuda a flexibilizar roles y puntos de vista o resolver
dilemas éticos desde distintas perspectivas. Se trabaja la flexibilidad
cognitiva y la empatía.
5. Practica la metacognición creativa
Actividad sugerida: Diario reflexivo
· Crea un diario donde los estudiantes
registren, durante una semana: ¿Qué aprendí hoy que desafió lo que ya sabía?
¿En qué momento tuve que cambiar de estrategia o idea? ¿Qué me costó más
soltar?
· Analiza los registros en grupo y
evidencia lo significativo.
¿Por qué funciona? Al reflexionar sobre el propio proceso
mental, los estudiantes conectan con funciones ejecutivas como el control
inhibitorio y la actualización de la memoria de trabajo y, desarrollan
conciencia cognitiva.
6. Aplica ABP con cambios inesperados o variables ambiguas
Actividad sugerida: Proyecto con cambio de reglas
· Crea un proyecto con una consigna
general.
· En la mitad del proceso, cambia las
reglas (ej. el público objetivo o el formato del producto final).
· Esto obliga a replantear ideas y
soluciones con agilidad mental.
¿Por qué funciona? El ABP fomenta la resolución de
problemas reales con múltiples soluciones, promoviendo la exploración y la
tolerancia a la incertidumbre.
7. Celebra el error y la ambigüedad.
Actividad sugerida: Espacios para la duda y el error
• Crea un
espacio semanal donde los estudiantes compartan equivocaciones que les enseñaron
algo valioso.
• Usa
tarjetas de “mi mejor error” para que otros voten al más significativo.
•
Crea
una cultura donde el error sea una fuente de exploración y no de juicio.
¿Por qué funciona? Errar refuerza la consolidación del
aprendizaje si se aborda con retroalimentación adecuada. También se refuerza la
seguridad psicológica, necesaria para pensar de manera no lineal. La tolerancia
a la ambigüedad es una señal de madurez cognitiva.
¿Ya aplicas alguna de estas estrategias?
Déjame tu experiencia en los comentarios y comparte en las redes sociales.
¡Aprendamos juntos!
En conclusión, implementar esas
estrategias en el aula no solo transforma el aprendizaje, sino que fortalece
conexiones cerebrales que favorecen la adaptabilidad y el bienestar cognitivo. Más
allá de esto, el pensamiento elástico progresa mejor en un clima emocional
seguro y estimulante.
Lee El poder del pensamiento positivo en el
aula: Clave para la autogestión del aprendizaje
Imagen creada con la IA para esta publicación
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