Notas sobre estrategias que involucran la investigación y un pensamiento activo
Entre
los cambios que se han generado por el avance de las teorías pedagógicas están las
estrategias que favorecen, en forma interactiva, sistemática, contextualizada e
intencional, el proceso constructivo del estudiante, basado en un aprendizaje
significativo.
Ello
es así porque las estrategias, basadas en la investigación, propician la
participación activa, poniendo en juego conscientemente los recursos
cognitivos, habilidades y saberes para enfrentar con éxito los retos dados
desde la enseñanza y generar nuevos conocimientos.
Estrategias basadas en la investigación
Las
estrategias son aplicadas en las clases dependiendo del propósito del programa
y del contexto, lo he dicho en otras entradas. Existen varias alternativas, de
forma de seleccionar la que mejor se ajuste a nuestras intenciones y el
resultado esperado. Veamos algunas.
El trabajo
por proyectos, el aprendizaje basado en problemas y el basado en retos, son muy
similares. Buscan la construcción grupal de un producto/resultado basado en una
investigación, a partir de una situación determinada, problema o reto con significado
para los estudiantes, propuesto por éstos o el docente.
Éste,
orienta y facilita las actuaciones estudiantiles para que observen las
situaciones, organicen escenarios y secuencias, indaguen en el campo y la
teoría, argumenten decisiones y propongan soluciones alternativas viables,
innovadoras y creativas.
El aprendizaje
basado en retos, en concreto, simboliza un desafío cognitivo, a partir del cual
los estudiantes deben reflexionar y analizar en el marco del tema o contenido
que debe estudiarse. Se generan, en el grupo, ideas conectadas y el
planteamiento de cómo tratar el tema en cuestión, la búsqueda de información y
de la solución adecuada, mediante una investigación y la puesta en juego, tanto
de las habilidades del pensamiento como las comunicacionales.
El método
de casos, otra de las estrategias, tiene su especificidad en la particularidad
de las unidades de estudio. Su nombre lo indica, los estudiantes analizan casos
en contextos concretos para soluciones ajustadas a los problemas y situaciones
detectadas, con base a los conocimientos construidos en su formación; soluciones
que se podrían generalizar o no a otros contextos, dependiendo de las
características presentes.
En
general, las estrategias basadas en procesos investigativos favorecen el
desarrollo de competencias (conocer, hacer y ser), dado que los contenidos se
enseñan y aprenden conectados con la realidad, posibilitando un incremento de
su comprensión y aplicación de soluciones novedosas.
Una
de estas competencias es el aprender a aprender. Los estudiantes deben aprender
a identificar y gestionar los recursos implícitos en las tareas, el tiempo, las
soluciones, expectativas, el alcance y la evaluación de todo el proceso. Habilidades
como la observación, reflexión y cuestionamiento, necesarias en el proceso
investigativo, son esenciales en el aprender a aprender.
Sin habilidades
como éstas, es difícil tratar los problemas y proyectos, en el marco teórico
correspondiente, con la efectividad estratégica necesaria en la metodología
activa. Se desarrollan con la práctica, fuera y dentro de la escuela.
¿Cuál es el procedimiento macro?
Al
planificar la clase, partimos de lo que debe aprender el estudiante (objetivo y
contenido); con esto sobre la mesa, programamos estrategias, actividades (de
enseñanza, aprendizaje y evaluación) y los recursos necesarios. Esta
programación estratégica es lo que influye si queremos a un estudiante activo o
pasivo para un aprendizaje “constructivo o receptivo”.
El
planteamiento de la actividad debe respetar el ciclo del aprendizaje, permitir
al estudiante partir de sus conocimientos y relacionarlos con contenidos de
otras áreas, razonar ante los supuestos e informaciones variadas y dar los
pasos necesarios que le posibiliten llevar adelante el proceso investigativo.
Con las estrategias basadas en la investigación, se logra un aprendizaje desde la acción en contraste con la teoría. Involucra una experiencia
metacognitiva que requiere la capacidad reflexiva para aprender proyectivamente,
en un trabajo grupal de negociación y consenso para la toma de decisiones.
Por
ello, nuestras clases deben conformarse con temas articulados y globalizados,
presentados de forma que promuevan la interacción, susciten el descubrimiento,
la discusión, el debate y, en definitiva, la comprensión de la realidad
estudiada.
Comprensión
que simboliza la construcción del conocimiento y, por consiguiente, el
aprendizaje. De allí la importancia de las metodologías activas, con especial relevancia
las basadas en procesos investigativos.
Lee ¿Cómo
diseñar el ABP? - Aprendizaje
Basado en Problemas - Cómo
aplicar el estudio de casos en el aula
Imágenes de Gerd Altmann en Pixabay. La primera adaptada.
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