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Enfoque competencial. Claves para trabajar en el aula

 

Muchas veces, llevar la teoría a la práctica no es tan sencillo como aparece en el papel. Nuestro conocimiento base y disposición a los cambios influyen, además de otros aspectos administrativos que nos consumen más tiempo del que deberían para atender nuestra clase.

No me refiero a la planificación. Ésta es una condición elemental para llevar a buen puerto nuestra embarcación. Nos posibilita la concreción en el aula de las intenciones del programa educativo, que cada vez más, se sustenta en un modelo por competencias.

Lee ¿Qué sabemos del aprendizaje basado en competencias?

¿Cuál es tu experiencia?


Trabajar con base a competencias es parte de un proceso progresivo, constructivista, de formación integral y centrado en el estudiante. Requiere un cambio de mentalidad y de enfoque.

A un enfoque competencial donde la motivación, el poder reflexionar sobre ese trabajo, saber organizar, argumentar sobre decisiones tomadas y aplicar los conocimientos, sigan una lógica que le confiera al estudiante la posibilidad de aprender contenidos y procedimientos y, en ese sentido, desarrollar sus potencialidades a lo largo y ancho de su vida.


Claves para trabajar en el aula con enfoque competencial
Enfoque competencial *


Este enfoque pretende evidenciar lo que aprendemos y cómo lo aprendemos, lo que hacemos y cómo lo hacemos y, lo que nos interesa saber para resolver nuestros problemas como integrantes de diversos grupos. Es hacia donde debemos dirigir nuestra acción educativa.

Aprendemos para aplicar conocimientos (conceptuales, procedimentales y actitudinales) y resolver situaciones, en cualquier ámbito de nuestra vida, con las competencias necesarias para comprender y transformar dichos ámbitos. Implica reflexión, acción y mejora continua y, también, aprender a aprender.

¿Qué debemos hacer para planificar con base a las competencias?

A partir de los elementos curriculares del programa educativo, elegir el tema y organizar los contenidos transversal e integralmente, hasta llegar a plantear las situaciones de aprendizaje, contextualizadas y significativas para el estudiante y el desarrollo de las tareas y actividades correspondientes.

Estos elementos, en general, son: el perfil de salida, competencias clave y específicas, descriptores, criterios de evaluación y saberes básicos.

Las competencias clave son las genéricas o transversales a todo el programa a fin de nutrir la formación de una persona con las características de su perfil de egreso. Las competencias especificas están más relacionadas con los saberes o contenidos propios de las materias vinculadas al perfil de salida.

 

Los descriptores operativos sintetizan el avance en el logro de cada competencia conjuntamente con los criterios de evaluación o referentes de los distintos niveles de desempeño.

 

Las situaciones de aprendizaje se diseñan asociadas a todos los elementos curriculares, con tareas y actividades de reflexión y acciones resolutivas que involucren la ejecución de operaciones mentales.

 

 

 






Obviamente, tenemos que tomar en cuenta las características de los estudiantes, incluyendo el nivel educativo, plantearles diferentes alternativas para su aprendizaje tanto como el trabajo cooperativo y realimentar continuamente su proceso a fin de ayudarlos en su avance.

¿Cuáles elementos integran la redacción de una competencia? 

Las competencias llevan en su redacción 3 elementos fundamentales asociados al campo expresivo (verbo o acción conjuntamente con la regulación/actitud), cognitivo (objeto o contenido) y afectivo (contexto de aplicación o finalidad), lo cual manifiesta lo qué se aprenderá y valorará en el estudiante.

Cada competencia seleccionada nos indica: ¿Cuáles saberes de las asignaturas se requieren para lograrlas, cuáles habilidades y actitudes se deben desarrollar? Ello expresa los aprendizajes esperados y, a partir de allí, diseñamos la secuencia didáctica, con las estrategias que mejor se adecuen a los aprendizajes, los contenidos, los estudiantes y su perfil de egreso.

¿Qué metodologías se adecuan mejor?

Todas aquellas que activen la participación del estudiante en equipo, susciten el descubrimiento, el desarrollo de capacidades, habilidades, actitudes y valores y, la demostración de lo aprendido en su propio contexto, así como procesos metacognitivos.

Las llamadas metodologías activas son propicias para ello; sin embargo, pueden usarse actividades de toda la vida que cumplan lo anterior. Con prevalencia de la investigación como eje conductor, lo que nos lleva a una clara interacción entre el trabajo desarrollado en el aula y el entorno, y, por consiguiente, revela cómo valorar el desempeño estudiantil, en el saber, hacer y ser.

Debemos proveer a nuestros estudiantes de todas las estrategias, herramientas y recursos suficientes (abarcar la diversidad) para que progresivamente vayan alcanzando las competencias que los ayuden en su desempeño pleno en los diferentes ámbitos de desarrollo.

Lee Actividades estratégicas viables y fáciles.

 

Hoja de ruta sugerida en la facilitación docente

 

Previa: definir el tema, tareas y actividades con la concreción de los contenidos y la evaluación.

Motivación

Exteriorizar el qué y el para qué del aprendizaje a lograr. Una vinculación con el contexto dirigido a su significación.

Fundamentalmente, explicar de manera clara lo que se espera del estudiante, la actividad a desarrollar, lo que se precisa para ello y cómo lograrlo, en igualdad de oportunidades para todos, que no es lo mismo, iguales recorridos e iguales respuestas.

En este caso, enseñar a cómo motivarse.

Observación reflexiva

Trabajar el nuevo contenido en diferentes formatos y modalidades, con retos y tareas que posibiliten su conexión, por parte del alumno, con lo que ya conoce.

Primar los casos reales del contexto, la participación activa y la internalización de métodos y procedimientos. La experiencia continua es clave.

Variedad, transformación y siempre en positivo.

Sistematización

Promover la organización, análisis y valoración de la nueva información; conjuntamente con la argumentación de todas las decisiones. 

Fomentar la responsabilidad y la regulación de acciones.

El trabajo cooperativo y colaborativo es fundamental.

Informar de los avances y retroalimentar en forma permanente y positiva, a partir de una evaluación formativa; de manera de ir orientando en la mejora y seguir avanzando.

Generalización

Plantear conexiones que faciliten los procesos de aprendizaje y favorezcan una mayor producción relativa a su transferencia.

Impulsar la puesta en escena y transferencia de lo aprendido, esto es, sintetizar, aplicar e internalizar. Apertura a la creatividad, innovación e iniciativa en la búsqueda de soluciones positivas y nuevos aportes: publicaciones, modelos, proyectos...

 

En cada paso, existe un proceso compresivo por parte del estudiante que va generando aprendizajes cualitativamente superiores hasta alcanzar el deseado, demostrado en la práctica, con las actividades diseñadas para tal fin. Para ello es importante usar herramientas de la investigación, del pensamiento y la comunicación.

En definitiva, a partir de un reto o realidad problematizada y contextualizada (espacio/tiempo), se seleccionan los elementos curriculares asociados (competencias, descriptores, criterios de evaluación, saberes), se desarrolla la actividad y se evalúa.


Comparte tu experiencia ¿Cómo trabajas este enfoque en tus clases?


*Imagen base de Gerd Altmann en Pixabay

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